La primavera ha venido. Pero yo sí sé "cómo ha sido": Como cada año.
Los cambios estacionales suelen ser difíciles y a menudo necesitamos un periodo de adaptación que unas veces suele ser más largo que otras. Hay quien no soporta esas etapas intermedias y lo pasa realmente mal. A mí, sin embargo, me encantan los cambios y las transiciones. De hecho, los necesito. Aunque vengan acompañados de "problemillas" y dolores; de esos "monstruos" contra los que debemos luchar hasta la extenuación.
Dicen que la primavera "la sangre altera" y no siempre para bien. Por suerte, somos más fuertes de lo que pensamos aunque se nos olvida o no lo sabemos y nos gusta quejarnos, llorar un poco y que nos mimen. Así es el ser humano.
Lo malo es cuando no hemos tenido o no tenemos o incluso tenemos la sensación (equivocada) de que no tenemos a alguien que nos cuide. Pero ¿y nosotros mismos? Si no sabemos sacar la fuerza que todos tenemos en nuestro interior para luchar por nosotros ¿cómo podemos sentarnos a esperar que la solución esté en los demás?
Primero empieza por adoptar una actitud positiva y deja que te cuiden pero cuídate tú primero y lucha ¡No dejes de luchar! Porque todos podemos ser héroes (Bowie dixit) y la sonrisa es nuestra mejor espada y nuestro mejor escudo.
Tengo en mi mente a unos cuantos que necesitan una bonita sonrisa en este inicio primaveral. Estas líneas van dirigidas a todos ellos. Ánimo, y que la sangre se altere... pero siempre sonriendo. La felicidad empieza cuando aprendemos a reírnos de nosotros mismos. Ríe y sé feliz.. aunque vislumbres entre las aguas la silueta del monstruo del lago "ILLNESS".
:D
Flor de almendro (campo de Cartagena)
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